UTOPÍA SUPERADA

¿Cómo describir este lugar en una simple hoja en blanco? Es una tarea muy difícil, ya que ésto que estoy viviendo no entra ni siquiera en mi cabeza… Por eso, voy a hacerles un breve relato de lo vivido hasta hoy…

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Llegamos el 05/12 a un lugar indescriptible, mágico, sorprendente y abrumador…  Phuket. Es una isla pero no por ello desierta; por el contrario, está llena de gente, de autos y autitos, motos, bicicletas, aromas, sonrisas y ruidos… Pisamos el hostel después de 9 horas de vuelo, 2 horas de migraciones, mucho malhumor y cansancio… Pero cuando logramos negociar un precio NO RAZONABLE y subirnos a un autito rumbo a nuestro pequeño lugar en esta temible isla, fue PAZ. El lugar era divino y nos dio confianza así que, como llegamos de noche, nos dormimos siquiera sin cenar, dispuestos a empezar el siguiente día con toda la energía que el mismo requería… Y valió la pena!!! Nos despertamos con la sonrisa impagable de una madre thai y su hijo, que muy amables intentaron hablar con nosotros, en su escaso inglés, y ayudarnos en cuanto pudieron… El chiquito probó ansioso uno de los caramelos que yo le ofrecí pero creo que no entendió demasiado… Así que espero no haberle creado ningún problema estomacal!!!

7am partimos rumbo al puerto, ya que estábamos ansiosos por llegar a la tan esperada isla… Koh Phi Phi!!! Tomamos el primer ferry que encontramos y embarcamos! Fueron dos horas duras… Mucho extranjero, mucho calor, mucho movimiento, mucho cansancio acumulado… Pero cuando el barco paró por 5 minutos para que viéramos la vista de “Maya beach” (famosa isla donde filmaron “La playa” de Di Caprio), valió cada segundo arriba de esa tabla olorosa e inquieta… Tuve unos minutos de fama, cuando dos asiáticas pidieron una foto conmigo y Maya de fondo (dicen que los asiáticos se sacan fotos con todo así que por ahí, como estaba parada medio boquiabierta por la emoción que me causó ver semejante isla, pensaron que era parte de la escena…).

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Maya Beach

Al llegar al puerto, nos esperaba un barquito de esos típicos tailandeses, lo que nos anunciaba que este sueño ya estaba empezando… Pero realmente caímos a la realidad, cuando vimos el hotel increíble que nos esperaba por 4 días… No era increíble por el lujo, ya que no estaba la alfombra roja en la puerta ni el señor vestido de frac, pero había algo mucho mejor, algo que lo hacía UNICO: La naturaleza…  Era un hotel diseñado siguiendo las reglas de la misma… Sus escaleras eran ramas de los arboles; los muebles, hechos con madera autóctona, por los propios habitantes y trabajadores del lugar; las piedras junto al mar, uno de los caminos para llegar a la entrada, y a su vez el mejor decorado para enmarcar una hermosa playa privada que teníamos a nuestra disposición; las plantas puestas en el lugar justo para hacer que el hall esté fresco; en fin, NATURALEZA EN SU ESTADO PURO. Al principio, estaban todos los temores ya que ni Benja ni yo somos fanáticos de los bichos, pero de a poco fuimos acostumbrándonos hasta que llegamos a aprender que con un palo y un poco de agilidad se puede vencer el miedo a cualquier murciélago o mono que ande dando vueltas en tu balcón.

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Playa del hotel

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Hall del hotel

Ese primer día en este maravilloso lugar fue más mágico que cualquiera de los siguientes, ya que la primera impresión siempre es muy impactante. No es fácil adaptarse a ver semejante paisaje sin que tu cabeza sufra exceso de éxtasis, así que decidimos quedarnos en el hotel durante todo el día, disfrutando de su día, de su atardecer increíble y de su noche… Una noche de la cual vale la pena hacer un apartado ya que fue una de las más lindas que he tenido… Sólo traten de cerrar los ojos e imaginarse este lugar previamente descripto(vale la ayuda con las fotos), pero con una noche estrellada, en un hall con música reggae, mesas de madera rodeadas de verde, el ruido de las olas cada vez que golpeaban la orilla, el sonido del fuego de los pescaditos que se estaban cocinando con amor y especialmente para nosotros, unos tragos refrescantes para combatir el sofocante calor, y lo mejor, tener en frente a la persona especial que elegiste para que esté con vos en este momento… Sí, lo imaginaste bien!!! Fue un sueño que duró pocos minutos pero que marcaron un comienzo de un nuevo estilo de vida, marcaron una gran diferencia entre lo que me imaginaba que podía ser y lo que realmente es… Algo mucho más mágico y especial de lo que jamás había soñado…

El segundo día de este maravilloso viaje, decidimos emprender camino hacia el centro, ya que las porciones en este lugarcito no saciaban el hambre voraz que sentíamos por haber comido sólo un bocadito de cena (sí, las porciones eran chicas y caras. Mal negocio para dos backpackers hambrientos a los que les esperan 3 meses de regateo por delante…). Y, además, yo estaba ansiosa por “zambullirme” de lleno en su cultura… Y así fue como partimos hacia una parte de la isla en la que abundaban los olores (de todo tipo); los extranjeros, los puestitos de ropa; los “boat, boat, maya bay”; los “hello guys, scuba here”; los puestitos llenos de frutas de todo tipo y sabor; los puestitos de buceo y todo tipo de excursiones; las tailandesas ofreciendo los famosos “thai massages”; las sonrisas de la gente a pesar del calor sofocante; la amabilidad ante cualquier tipo de respuesta de los no tan amables turistas; los gatos; la arena mojada sobre el asfalto, que cubría y marcaba los caminos que en algún momento, hace no tantos años atrás, fueron destruidos por una catástrofe que borró esas hermosas sonrisas en la cara de esta amable gente que habita esta maravillosa isla…

El centro es muy lindo y se ve realmente gran parte del modo de vida thai, pero el sofocante calor y los olores, nos hicieron volver a nuestra playita que nos esperaba ansiosa… Ya que la playa del centro estaba llena de extranjeros no tan pacíficos, no tan serviciales y no tan amables como la gente que nos esperaba sonriente en nuestro hogar de paso…

El tercer día, ya no podíamos huir más a los alborotados extranjeros que se alojaban en el centro, los cuales descansaban de día y se descontrolaban de noche, y decidimos ir a espiarlos por un rato… Fuimos sin mucha expectativa pero cuando llegamos sentimos una inmensidad de emociones encontradas… Esa isla pacifica y mágica que se ve de día, se transforma, de noche, en algo parecido a la película “que paso ayer” pero no sólo con 4 personajes, si no con 500 igualmente alocados… Durante la noche, la isla se transforma en un gran boliche lleno de extranjeros comprando baldes de alcohol a solo 6 dólares; droga en cualquier esquina, ofrecida por los tailandeses desesperados por aprovechar al máximo estos 4 meses de invierno sin lluvia y turismo; bares con música electrónica a un volumen que pueden escuchar claramente desde la isla vecina; show de hombres danzando y haciendo malabares con fuego, desesperados por ser mejores que los hombres de al lado para así ganarse al público; palos prendidos fuego, los cuales sirven como diversión a los turistas ya que al pasarlos pueden tomar más alcohol, pero gratis; hombres desnudos y mujeres en topless a cambio de un trago; en fin… Durante la noche se puede ver la otra cara de esta paradisíaca isla…

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Danza de fuegos en la playa principal

El cuarto día, al fin llego el momento de hacer la excursión tan esperada… Ir a conocer la famosa playa donde se filmo la película “la playa”!!! Empezamos bien temprano a la mañana, ya que por la tarde se llena de masas de turistas alborotados, ansiosos y no tan cordiales… Alquilamos un barquito privado, ya que creíamos que era la mejor opción para disfrutar realmente de esa increíble playa… Karyn, nuestro conductor, nos ofreció una parada en “Pileh bay”, una pileta de agua de mar llena de peces, la cual es ideal para hacer un poco de snorkeling rodeados de una maravillosa flora que lo hace aún más atractivo… Luego de un par de minutos, seguimos camino a la tan esperada playa… Es indescriptible la sensación cuando el barquito empieza a asomarse a la misma… Es, sin dudas, la playa más linda del mundo, como muchas revistas la describen… Las palmeras, los morros, el agua con la temperatura justa para refrescarte luego del calor abrumador, la alegría, la vibra positiva, y… nuestra alegría, nuestra felicidad inmensa por tener el privilegio de poder estar en semejante lugar en la tierra… (Permito hacer un apartado y mirar las fotos de “Maya beach” para que puedan acercarse un poco a lo que realmente es). Al salir de ella, nuestra energía ya había cambiado, se había transformado y nos había dejado boquiabiertos, haciéndonos caer en la realidad de esta maravilla que nos rodea… Pero, la aventura tuvo su cierre cuando Karyn decidió hacernos una muy grata sorpresa y hacer una parada en la playita de los monos… Previamente, nos ofreció un ananá cortado con todo el amor con el que algo se puede preparar… Estaba increíble, pero decidimos dejar algo de resto para alimentar a los primates y así tener un contacto más cercano con los mismos… Fue una de las experiencias más lindas que tuve ya que los monos hambrientos, invadieron nuestro barquito y al alimentarlos tocaban mis manos como en gesto de agradecimiento…

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Amigos invasores

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Karyn, nuestro guía

Todavía nos quedan 3 días en este paraíso terrenal, por lo que espero seguir llenándome de esta energía positiva de la que me llena este sonriente lugar…

Estos primeros días en esta maravillosa isla, fueron intensos, abrumadores, transformadores y mágicos… Marcaron el comienzo de algo que queremos hacer por el resto de nuestras vidas… Marcaron el comienzo de un nuevo estilo de vida… Marcaron un antes y un después en esos días rutinarios y agotadores… Marcaron y llenaron de magia nuestras vidas, y nos dieron la fuerza necesaria para poder seguir en este camino que nos espera durante 3 mágicos meses… 3 meses de descubrimiento, de crecimiento personal, de dejarnos enriquecer por las diferentes culturas, de abrirnos a esta magia que nos ofrece cada lugar, de abrirnos a saber que en la tierra no hay sólo una elección, y que nuestro pequeño planeta nos ofrece una amplitud enorme de opciones, puestas a nuestra disposición en el momento que nosotros elijamos… Poco a poco, logro entender que este mundo está hecho para valientes, para gente dispuesta a cuidarlo, a respetarlo, a amarlo y a VIVIRLO… Porque nuestro planeta puede parecer pequeño frente a la inmensidad en la que se sumerge, pero para nosotros, humanos pequeños e indefensos, es enorme y está lleno de pequeñas y grandes cosas que merecen la pena ser descubiertas, aprendidas, sentidas, transformadas, amadas, VIVIDAS… Y para vivirlas, sólo es necesario salirnos de nuestra zona de confort, agarrar lo imprescindible para sobrevivir y empezar la aventura del desconcierto…

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Mirador de Koh Phi Phi

El placer de viajar reside en los obstáculos, las fatigas, incluso el peligro… Una de las desgracias de la vida moderna es la ausencia de cualquier sorpresa repentina y de toda aventura.

Théofile Gautier

4 comments on “UTOPÍA SUPERADA

  1. Bienvenida a este estilo de vida que decidimos unos pocos, donde lo cotidiano es lo nuevo y lo desconocido se vuelve parte de vos con cada paso que das. Acabas de abrir una puerta que va a durar mucho tiempo y una vez que la abriste te vas a dar cuenta que no queres volver atrás. Bravo !! Animo y no pierdas nunca esta curiosidad por lo nuevo !!!

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